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Revolucionando la Regulación Inmunitaria con Células de Médula Ósea

Un reciente estudio realizado por el Laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación, en colaboración con otras prestigiosas instituciones, ha revelado hallazgos revolucionarios sobre el uso de las células mieloides inmaduras. Estas células especiales, extraídas de la médula ósea, desempeñan un papel crucial en la regulación del sistema inmunitario.

El estudio destaca dos hitos importantes que podrían avanzar significativamente los tratamientos médicos.

1. Nuevas Fuentes Saludables: Tradicionalmente, las células mieloides supresoras, vitales para la regulación de la inflamación, se obtenían de animales con enfermedades inflamatorias, lo que limitaba su aplicación clínica. Nuestro equipo de investigación ha logrado utilizar células mieloides inmaduras extraídas de la médula ósea de animales sanos. De manera notable, cuando estas células encuentran una lesión o enfermedad, se transforman y adquieren las mismas propiedades que las células supresoras, regulando la inflamación de manera efectiva. Esto representa un avance significativo hacia tratamientos más seguros y efectivos.

2. Innovación en Tratamientos Cerebrales: En nuestro estudio, inyectamos células mieloides inmaduras en un modelo de pérdida neuronal e inflamación severa. Si bien no logramos reducir la pérdida de neuronas, la ausencia de efectos secundarios negativos es un hallazgo destacable. Esto es particularmente crucial en las intervenciones cerebrales, donde la cirugía puede causar una inflamación adicional. La administración de estas células eliminó con éxito los efectos secundarios dañinos asociados con los procedimientos quirúrgicos, protegiendo así el cerebro durante y después de la cirugía.

Esta investigación tiene un potencial clínico significativo. La administración de células mieloides inmaduras durante las intervenciones en el cerebro o el cráneo (como lobotomías, resección de tumores, craneotomías, inyecciones o inserciones de electrodos) puede reducir sustancialmente los efectos secundarios inherentes a estos procedimientos.

En la siguiente imagen se puede apreciar la lesión inducida en el cerebelo (marcada por un asterisco) y la dispersión de las células inyectadas (resaltadas en verde). Los números romanos indican los diferentes lóbulos del cerebelo.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38355633/

doi: 10.1186/s12974-023-03000-8.